¿Estás pensando en celebrar Halloween con los más pequeños de la casa? Pues no dejes de sorprenderles con unas exquisitas recetas a base de pescado y marisco congelado.
Platos terroríficos
Si quieres preparar una cena de miedo sin pasar largas horas en la cocina, puedes recurrir a unas deliciosas albóndigas de pescado congelado y con un poco de imaginación, podrás transformarlas en unas auténticas calabazas de Halloween. O, si lo prefieres, puedes preparar unos sorprendentes palitos de pescado que adoptarán forma de dedos monstruosos.
Toma nota y prepárate para ser un gran anfitrión en la noche más terrorífica del año.
ingredientes:
Calabazas de pescado y gambas
Kikos
Aceitunas negras sin hueso
Queso en crema
Pescado congelado: atún, bacalao o merluza.
Sal
Perejil
Huevo
Pan rallado
Dedos terroríficos de pescado
Pescado congelado (merluza o rosada)
Queso en crema
Sal
Pan rallado
Huevo
Aceite de oliva
Harina
Aceitunas negras sin hueso (o en su caso, pipas de calabaza o almendras).
MANOS A LA OBRA:
Calabazas de pescado y gambas
En primer lugar, deberemos preparar la masa de nuestras albóndigas con el pescado congelado que hayamos elegido. Podemos darle un toque original añadiendo a esta mezcla gambas. Las pasamos por harina y freímos. A continuación, machacamos los kikos concienzudamente y les añadimos tomate frito; no demasiado, simplemente es para que adquieran el color naranja de las calabazas. Finalmente, rebozamos las albóndigas por esta mezcla. El toque final se lo daremos incluyendo unos terroríficos ojos y bocas recortando las aceitunas negras. Las pegamos con queso de untar a las albóndigas y listo.
Dedos terroríficos de pescado
Comenzamos haciendo la masa. Batimos bien el pescado desmenuzado, los huevos, el aceite, la sal y el queso en crema en un bol. Dejamos reposar durante una hora en el frigorífico para que la masa tome consistencia. Tras ese periodo, hacemos la forma de los dedos y rebozamos por huevo, harina y pan rallado. Freímos a fuego medio-alto y decoramos con las uñas que hayamos elegido.